Iglesia Primitiva

TIMOTEO Y TITO: COLABORADORES FIELES Y PASTORES EJEMPLARES

En esta catequesis, Benedicto XVI nos presenta a Timoteo y Tito, los dos discípulos más cercanos a san Pablo y modelos de entrega pastoral. Timoteo, de madre judía y padre pagano, fue educado en las Escrituras y se unió a Pablo en su segundo viaje misionero. Recibió tareas delicadas en comunidades nacientes como Tesalónica, Corinto y Éfeso, donde fue considerado el primer obispo. San Pablo lo tenía en gran estima y lo consideraba “de iguales sentimientos”, confiándole incluso cartas que llevarían su firma conjunta. Su biografía revela una fidelidad incondicional y una profunda comunión con el Apóstol.

Tito, por su parte, era de origen griego y desempeñó un papel clave en momentos difíciles, especialmente en Corinto, donde logró restablecer la paz entre Pablo y esa comunidad. También se encargó de concluir la colecta para los cristianos de Jerusalén y fue obispo de Creta, cumpliendo funciones pastorales de organización y enseñanza. Aunque las fuentes son más escasas, su figura se perfila como la de un colaborador prudente, firme y generoso, digno de la plena confianza del Apóstol.

La experiencia de estos dos discípulos muestra que san Pablo no actuaba en solitario, sino que construía su misión en comunión con otros, delegando responsabilidades y formando verdaderos pastores. Timoteo y Tito supieron asumir tareas complejas con humildad y celo evangélico, siendo signos vivos de una Iglesia que crece desde la colaboración y la corresponsabilidad.

El Papa concluye invitándonos a imitar esta disponibilidad generosa al servicio del Evangelio y de la Iglesia, especialmente en el tiempo de Adviento. La exhortación de Pablo a Tito —destacarse en la práctica de las buenas obras— es también para nosotros: una llamada a preparar el corazón y el mundo para la venida de Cristo, sirviendo con fe, prudencia y amor.

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