• Iglesia Primitiva

    ORÍGENES DE ALEJANDRÍA: LA ORACIÓN, LA IGLESIA Y LA PASIÓN POR CRISTO

    En esta segunda catequesis sobre Orígenes, Benedicto XVI nos abre al corazón espiritual de uno de los grandes padres de la Iglesia. Si en la primera entrega conocimos su labor como exégeta y teólogo, hoy nos adentramos en dos temas fundamentales y profundamente actuales: la oración y la Iglesia.

    Para Orígenes, la teología no es mera especulación; nace de la experiencia de Dios. El estudio de la Escritura, por sí solo, no basta: es imprescindible la lectio divina, es decir, una lectura orante, hecha con humildad y amor. El conocimiento más profundo de Dios sólo se alcanza por el amor —como ocurre en las relaciones humanas más íntimas—, y ese conocimiento amoroso se alimenta en la oración.

    Conmovido por la imagen del alma que busca incansablemente al Esposo, Orígenes no teme hablar del deseo, del gozo, de la ausencia y de la presencia de Dios en clave esponsal, especialmente en sus comentarios al Cantar de los Cantares. Aquí asoma ya un corazón místico que prefigura la gran tradición espiritual del cristianismo posterior.

    En cuanto a la Iglesia, Orígenes desarrolla una doctrina luminosa sobre el sacerdocio común de los fieles. Inspirado en san Pedro, insiste en que todos los bautizados —hombres y mujeres— están llamados a ofrecer sacrificios espirituales, a vivir en santidad, a ser luz para el mundo. La pureza de vida y el conocimiento de la Palabra son, para él, requisitos esenciales para ejercer este sacerdocio con autenticidad.

    Y en la cima de este camino espiritual, Orígenes coloca el martirio, no como deseo morboso, sino como consumación del amor a Cristo, como fuego que arde en el altar del alma.

    En un mundo a menudo distraído, sus palabras siguen siendo un desafío: «Que vuestros ojos estén fijos en Jesús», no los del cuerpo, sino los del alma. Solo así, como nos recuerda Benedicto XVI a través de Orígenes, nuestra fe se convierte en vida, la Escritura en alimento, y la Iglesia en una asamblea viva que contempla el rostro del Señor.

  • Iglesia Primitiva

    ORÍGENES DE ALEJANDRÍA: PASIÓN POR LA PALABRA, PASIÓN POR CRISTO

    En esta catequesis, Benedicto XVI nos introduce en la vida y obra de Orígenes, una de las figuras más influyentes y apasionadas de la Iglesia antigua. Discípulo de Clemente de Alejandría, Orígenes heredó su amor por la Escritura y lo llevó a una profundidad sin precedentes, convirtiéndose en el primer gran exégeta cristiano y en un verdadero pionero de la teología entendida como inteligencia viva de la fe.

    Desde joven, Orígenes manifestó un deseo ardiente de martirio, y aunque no murió en las persecuciones de su juventud, sí sufrió cárcel y tortura bajo Decio, entregando su vida como testigo de Cristo. Esta coherencia entre palabra y vida fue el sello de su testimonio, como subraya Benedicto XVI: Orígenes no sólo enseñaba, vivía lo que enseñaba.

    Su legado más profundo fue haber fundado la teología sobre la exégesis bíblica. Para él, comprender la Escritura no era sólo un ejercicio intelectual, sino un camino de transformación espiritual. Su «triple lectura» de la Biblia —literal, moral y espiritual— busca penetrar el texto hasta descubrir a Cristo en el corazón de toda la Escritura. Así, enseñó que el Antiguo y el Nuevo Testamento no están en oposición, sino en profunda continuidad, si se leen «en el Espíritu».

    Orígenes fue también un testigo de la vitalidad de la Iglesia, que se rejuvenece constantemente mediante la Palabra de Dios. Su figura nos invita hoy a volver a una lectura orante de la Escritura, capaz de renovar nuestra fe y abrirnos al misterio de Cristo. Como sugiere el Papa, necesitamos teólogos que, como Orígenes, unan saber y santidad, inteligencia y vida, para que la Iglesia hable con voz nueva al corazón del mundo.