• Laudes y Visperas

    EL SALMO 110: ALABANZA A LAS OBRAS Y LA ALIANZA DEL SEÑOR

    El Salmo 110 es un himno de alabanza y gratitud que exalta las obras de salvación de Dios y sus atributos divinos, como la misericordia, la clemencia, la justicia y la fidelidad. Este cántico invita a contemplar el misterio de Dios y sus maravillas a lo largo de la historia de la salvación, culminando en su alianza eterna con su pueblo. En el texto, los «beneficios» del Señor abarcan desde el alimento, que en la tradición cristiana se identifica con la Eucaristía, hasta la tierra prometida, recordándonos su fidelidad a lo largo de los siglos. Este vínculo especial es también una expresión del amor misericordioso de Dios, simbolizado por su «nombre» santo y glorioso.

    El salmo concluye destacando el «temor del Señor» como el principio de la sabiduría. En este contexto, el temor no alude al miedo, sino a un profundo respeto y amor que impulsa al creyente a vivir conforme a la voluntad divina. Los Padres de la Iglesia, como Barsanufio de Gaza y Juan Casiano, interpretaron este pasaje como un camino hacia la perfección espiritual: el temor inicial, marcado por el deseo de evitar el pecado, da paso al amor pleno y maduro, un don del Espíritu Santo que trasciende el temor servil. Así, el Salmo nos invita a reconocer y agradecer los dones de Dios en nuestra vida cotidiana, aprendiendo a celebrar con un corazón agradecido la gran liturgia de la gratitud, la Eucaristía.