Laudes y Visperas

EL HIMNO DE EFESIOS: EL PLAN ETERNO DE SALVACIÓN

En la carta a los Efesios (1, 3-14), san Pablo nos introduce en un himno de alabanza que revela el plan eterno de salvación trazado por Dios Padre y realizado en Cristo. Este himno, recitado en la liturgia de las Vísperas, describe las etapas de este proyecto divino: desde nuestra elección y santidad, pasando por la filiación adoptiva y la redención, hasta la herencia eterna asegurada por el Espíritu Santo. Todo el plan es una manifestación del misterio divino, que ha permanecido oculto hasta ser revelado en «la plenitud de los tiempos» mediante Jesucristo.

En su primer gesto, Dios nos elige «antes de crear el mundo» para ser santos, es decir, para participar de su amor infinito. La santidad no es una realidad lejana, sino una invitación a vivir configurados con Dios, que es amor. Al amarnos y permitirnos amar, entramos en el misterio de su santidad, transformando nuestra realidad cotidiana en un reflejo de su caridad. Además, somos predestinados como hijos adoptivos, lo que nos eleva de simples criaturas a miembros de su familia, compartiendo la misma relación íntima con el Padre que Cristo tiene como primogénito entre muchos hermanos.

San Ambrosio, comentando este himno, destaca la gracia sobreabundante de Dios, quien no solo nos redime, sino que nos transforma, haciéndonos pasar de «hijos de la ira» a «hijos de la paz y de la caridad». En este canto de Efesios resuena la riqueza del amor divino que nos llama, nos perdona y nos lleva a la plenitud. Este himno es, para nosotros, un recordatorio de que nuestra vida está inscrita en el gran proyecto de Dios, lleno de misericordia y amor, y nos invita a vivir con la certeza de que somos parte de su plan eterno de salvación.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *