Laudes y Visperas

CRISTO, MODELO DE HUMILDAD Y DONACIÓN PARA LOS CRISTIANOS

En la primera parte del himno cristológico de la carta a los Filipenses (Flp 2, 6-8), resuena el misterio del despojo voluntario de Cristo. El Verbo divino, dueño de toda gloria, eligió asumir la condición humana, abrazando nuestra fragilidad e incluso la muerte más humillante: la crucifixión. Este acto de amor absoluto se propone como modelo vital para todo cristiano, invitándonos a tener «los mismos sentimientos de Cristo Jesús»: humildad, generosidad y donación. Cristo no consideró su igualdad con Dios como motivo de dominio, sino que, en un gesto de radical despojamiento, se hizo hombre para compartir plenamente nuestra existencia.

El himno destaca que Cristo asumió nuestra condición, excluido el pecado, llevando su obediencia al Padre hasta las últimas consecuencias. Su muerte en cruz no fue fruto del azar, sino un acto libre de amor redentor, abrazando la humillación para reconciliar al hombre con Dios. Como señala Teodoreto de Ciro, esta encarnación no es solo un signo de la bondad divina, sino un acto de justicia y amor que nos devuelve la libertad perdida. Cristo une la naturaleza humana a la divina, no para imponer su poder, sino para mostrar un camino de salvación pleno de misericordia y justicia.

¿Estás dispuesto a abrir tu corazón y tener los mismos sentimientos de Jesús? Esta es una invitación diaria para caminar en humildad y confianza hacia el Padre.

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